Tenía que escribirlo. Tenía que escribirte. Sí, a tí
que has dudado si acaso alguna vez cosas que plasmé por aquí iban por ti. A ti,
que dejas cartelitos amarillos por mi vida, que me alegran el día, que me dibujan
sonrisa, y los ojitos que brillan por la ilusión de esos Pequeños Detalles que
tantísimo me encantan…A ti, GRACIAS.
Busqué unos ojos, y los encontré. Tomé una mano, y me acerqué. Me dijeron: "Este es tu sitio, ésta es tu taza de café. No digas nada,dices con la mirada más de lo que crees." Iba a la deriva, llevando mi alma en el timón. Iba por la vida sólo escuchando a mi corazón; buscando un puerto y un cielo abierto lejos del dolor. Hice tanto camino, buscándome en otra piel. Y a mi destino quise mantenerme fiel. Una princesa herida a la que el teatro de la vida le cambia su papel. Esa es... Raquel.
viernes, 27 de marzo de 2015
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