Adictos al café

lunes, 26 de enero de 2015

Una estrella se enciende.


No se predice. No se sabe. 


OCURRE.

"Un ángel cayó"














LLevaba días recordando mi paso por UVI, las sensaciones que me despertó y lo que aprendí. A veces nos quejamos por vicio, o simplemente en ese momento nos parece impensable sobrevivir a una mala etapa en la vida. Y deseamos desaparecer. Cerrar los ojos, y dormir mucho tiempo, incluso tal vez para siempre. 

Y de repente ocurre. Una vida se apaga, una estrella se enciende. 

Eterno sueño el tuyo, que donde quiera que estés cuides de tu gente. De tu familia, de tu novia. De tus amigos, que te volverán a ver cuando les toque cruzar la línea y estar allí donde quiera que sea que vayamos después de estar en este mundo. 

Somos energía. Somos aire, polvo, agua, fuego. Somos vida. No somos nada. Porque de repente, dejamos de estar. Inesperado. 



"Cuando los ángeles lloran, lloverá".  Pero hoy el sol luce, entre las nubes. Esa es tu sonrisa, niño.



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