Adictos al café

sábado, 25 de enero de 2014

Morning Coffee.



Esos días que parecen domingo, pero no lo son. ¿Sabes de lo que hablo? Te cuesta despegarte de las sábanas, porque la cama está muy calentita y ahí te sientes a salvo. Casi no piensas, solo sientes que respiras. Puede ser que te sientas a gusto y no necesites nada más que estar en la cama un ratito más; puede ser que algún recuerdo se cuele en tu mente y extrañes algo, o a alguien... 

Sigues en la cama, y ha pasado casi una hora. "Mmm, qué rico se está aquí", piensas. Pero sabes que es la hora de mover el cuerpo, de hacer algo con tu vida y ponerte en marcha. Porque el mundo no se detiene, sigue adelante con su rotación y traslación mientras te desperezas en la cama, debatiendo si vale la pena levantarse o vaguear un poco más...

Y entonces te acuerdas...y sonríes. Qué mejor manera de vestirse, empezando por una sonrisa tan sincera y nacida en lo más profundo de ese músculo llamado corazón. Los ojos se cierran, y recuerdas ese sonido...ese latido, tan pausado y profundo... y entonces, con los recuerdos en mente y resonando en tus oídos la música de la vida, te levantas con tu sonrisa y vas por tu "morning coffee", para empezar de buen humor el día. 

sábado, 18 de enero de 2014