Busqué unos ojos, y los encontré. Tomé una mano, y me acerqué. Me dijeron: "Este es tu sitio, ésta es tu taza de café. No digas nada,dices con la mirada más de lo que crees." Iba a la deriva, llevando mi alma en el timón. Iba por la vida sólo escuchando a mi corazón; buscando un puerto y un cielo abierto lejos del dolor. Hice tanto camino, buscándome en otra piel. Y a mi destino quise mantenerme fiel. Una princesa herida a la que el teatro de la vida le cambia su papel. Esa es... Raquel.
Oh, uh, oh...Raquel.
Mi vida, mis circunstancias, mi yo interno. Esos momentos que quieres olvidar pero te acompañan, esos momentos que guardas en el baúl de los recuerdos. Cada suspiro que se escapa. Cada palabra que uno calla. Cada te quiero susurrado. Cada mirada que no habla, pero dice todo. Cada beso que no te dí. Cada abrazo que te regalé. Cada instante efímero capturado por mi memoria. Y en un leve parpadeo, todo y nada cambia.
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