Adictos al café

jueves, 27 de noviembre de 2014

Desprenderse de los trocitos.


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Ir soltando poco a poco, no quedarte con nada.
Cuando ya en la madrugada te das cuenta de que no es como antes, de que ya no necesitas y tan sólo ERES tú simplemente... Es ese el momento en el que todo lo demás deja de importar y empiezas a ver el cambio al que tanto te costó llegar.

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domingo, 23 de noviembre de 2014

El primer amor

Seguramente al leer la entrada de mi blog se te ha ido la mente a recordar quién fue tu primer amor, ¿verdad? Quizá fue ese chico del cole que se sentaba a tu lado, cuando tenías 12 años...o aquella niña de clases particulares que no dejaba de mirarte de reojo mientras hacía sus ejercicios de mates... Quizá fue ya en el instituto, con 16: en aquellas tardes de biblioteca en las que se hablaba con la mirada y no con palabras. O quizá fue en el verano de tus 18, el gran verano de todo el mundo, en el que conociste a tu media naranja. Tal vez estés sol@ aún. O tal vez lo estés después de alguna que otra decepción. Sea como sea....deberíamos saber que el primer amor no está fuera de nosotros, sino dentro. Que para querer a otros, hemos de querermos primero. Que si no te admites con tus valías y tus fallas, nadie podrá hacerlo. Si no asumes quien eres y cómo eres, y te quieres tal cual, ¿pretendes que otros lo hagan?
De eso que las tardes de lluvia dan para pensar... Reflexiona.

¿Te quieres? 


domingo, 16 de noviembre de 2014

Cambios, FUERZA, paciencia.

En mi última entrada nombraba las tres palabras del título de esta nueva...sin saber que sería el vaticinio de lo que estaría por llegar. Aullidos a medianoche, sirenas inesperadas, "casualidades", noches sin dormir pero satisfactorias por hacer lo que más me gusta... De repente un CRASH en mi vida, el fino hilo que unía una muy importante para mi se veía amenazado por la guadaña, pero quiso seguir... Y la fuerza hizo acto de presencia, tras una serie de cambios que no había asumido, tuve que tomar el control; no precisamente de la situación, si no de mi misma...


Y ahora toca esperar: no puedo forzar a acelerar el proceso. Ni el de ese fatídico día, ni otros cambios que están por sucederse; no puedo hacer que alguien permanezca por mucho que yo lo desee porque lo que tenga que ser será. Y como me dijo la Yaya "si está para tí, será para tí".

"Nada es por casualidad"