Cerró los ojos y la envolvieron aquellos pequeños dientes de león. Su contacto le producía cosquillas, pero no reía. Simplemente se limitaba a sentir a cada uno de esos pequeñines, mientras la acariciaban. Por fin, abrió sus ojos y, con suavidad, cogió uno. Lo sostuvo entre sus dedos, y lo hizo girar. Cerró los ojos de nuevo con fuerza, mientras en su cara se dibujaba una sonrisa fruncida como las que ponen los niños pequeños antes de realizar una travesura, o algo divertido. Sopló con todas sus fuerzas al diente de león mientras pedía su d.e.s.e.o. Y finalmente abrió los ojos, para contemplar su vuelo hacia las alturas, hacia el mundo donde aquello que pedimos con el corazón acaba realizándose.... Y bien dice la frase que "cuando una persona desea realmente algo el universo entero conspira para que pueda realizar su sueño". Ella sonríe al recordar...sabe que falta un año para volver a encontrarse con las páginas de ese libro amarilleado por el tiempo...y sabe que sus palabras han hecho que esté donde está, en parte. Así que...desea, desea y sueña...porque aunque parezca difícil, no es imposible.
Ella intenta volver a creer.
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