10/10.15 |
Te estoy mirando mientras hablas por teléfono. Sonriendo. Tus ojos
miran al infinito del suelo…y no trasmiten emoción. Pero entonces, sé que
escuchas la voz de quién más luz te da en esta vida, y todo cambia en un
momento. Tu boca se curva, formando una sonrisa… Esa sonrisa que, a veces me
dan ganas de cuidar. A veces.
Alrededor de tus ojos se forman las arruguitas que te confieren esos
años de más que suelo decirte que tienes, para hacerte rabiar. Y brillan. Qué
lindos se ven así…
Durante una milésima de segundo, tus ojos se cruzan con los mios,
intercambiando una mirada.
Suspiro.
Y pienso que bendito sea vivir el momento, disfrutar de estos
pequeños gestos, de las risas y la complicidad que muchas veces se genera sin
nosotros esperarla… Y desecho de mi mente aquello de “mejor no vernos tanto”,
porque si nos vemos, y es tanto, es porque ha de ser así. Porque es absurdo
escapar de aquello que te hace feliz…
Que lo importante es vivirlo ahora. Que yo, no sé mañana….
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