Busqué unos ojos, y los encontré. Tomé una mano, y me acerqué. Me dijeron: "Este es tu sitio, ésta es tu taza de café. No digas nada,dices con la mirada más de lo que crees." Iba a la deriva, llevando mi alma en el timón. Iba por la vida sólo escuchando a mi corazón; buscando un puerto y un cielo abierto lejos del dolor. Hice tanto camino, buscándome en otra piel. Y a mi destino quise mantenerme fiel. Una princesa herida a la que el teatro de la vida le cambia su papel. Esa es... Raquel.
sábado, 28 de abril de 2012
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Quiero tomarme un café, tranquilo sin prisas, sin nada que hacer..
ResponderEliminarQUE BONITOOOOOOOOOOOOO!!!!!! Ahora mismo sigo tu blog, es precioso! Por cierto, soy una GRAN AMANTE DEL CAFÉ! besitos desde http://meriimart.blogspot.com/
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