Adictos al café

lunes, 8 de octubre de 2012

La risa que provocas.


LLegas, y desde que nos encontramos ya estás sonriendo. Por inercia, mis labios imitan a los tuyos curvándose hacia arriba. Sonrío. Y a poco que hablemos ya sueltas alguna broma, o lo hago yo. Y se suceden las risas. Cuando soy consciente de la mia, de lo alto que puede sonar, de su claridad...me doy cuenta de que tú, su artífice...eres todo, y más. ¿Por qué? Porque es la  risa que provocas quien me cuenta, cuando te marchas, que se acaba momentánea hasta que vuelves: hasta que regresas. 

1 comentario: