Daría todo y más por que estuvieras ahora aquí, conmigo; es una maldición no tenerte.
Echo de menos tu voz, a pesar de que parece que escucho tu risa en cada lugar por el que paso; echo de menos tus ojos y parece que en los de la gente te encuentro, cuando busco ese brillo tuyo tan único.
Ojalá fuese capaz de explicar lo que siento todas y cada una de las noches en las que te pienso y anhelo abrazarte, todas y cada una de esas noches en las que llueve en mis mejillas...
Si pudiera decir que todas y cada una de las mañanas en las que levanto te veo...ojalá pudiese amanecer contemplándote a mi lado, besarte en la frente antes de salir sin hacer ruido de la habitación...
Pero no estás aquí, y por más que hayan momentos en los que desee que te teletransportes desde donde estás hasta donde yo me encuentro eso no es posible; tan sólo nos queda esperar y ser pacientes...aunque yo no puedo evitar extrañarte así.